Un periodista de anteojos rectangulares de marco negro levanta la mano y pide el micrófono.
Se lo pasan y apretándolo fuerte como si viniera un huracán le pregunta a Ferran Adriá cómo hace para dejar de lado su espíritu crítico y poder disfrutar de un plato de comida.
Adriá, el chef más famoso del mundo, es el invitado de honor del Cancún – Riviera Maya Wine & Food Festival 2012, prestigioso evento gastronómico del Caribe mexicano.
Estamos en conferencia de prensa, en un salón de uno de los espectaculares hoteles todo incluido. Afuera, los turistas toman sol en la piscina de borde infinito o se dan un baño en el mar o atacan el buffet de desayuno, con frutas tropicales, enchiladas y tacos de cochinita pibil.
Adriá responde: “Una cosa es pasarla bien y otra, el análisis profesional, eso es un horror”. Entonces da un ejemplo de lo complicado que sería por ejemplo, analizar un guacamole. ¿El guacamole puede evolucionar?, se pregunta el catalán, que el año pasado cerró su restaurante El Bulli para dedicarse a la enseñanza y a su nueva fundación.
Habría que comenzar pensando en los aguacates, cuál es el mejor para hacer guacamole, sigue Adriá. El mismo periodista que hizo la pregunta contesta sin micrófono: El Hass. ¿Y eso quién lo dice?, le retruca el cocinero. “¡Mi mamá!”, responde él con seguridad.
Después de las risas, Adriá comenta lo difícil que es ser objetivo analizando la cocina. “Hablar de uno solo producto nos podría llevar toda la mañana, imagínense si hablamos de cocina. Al final, creo hay una cuestión animal”.
Foto: www.orangutan.org