Verónica Montero, periodista, cinéfila y asidua colaboradora de Viajes Libres, estuvo en Toronto y nos acerca sus impresiones y fotos de graffitis, que a juzgar por las declaraciones del alcalde están en vías de extinción.
La Nueva York de Canadá, la hermana americana de Montreal y una de las ciudades más cosmopolitas del mundo tiene una relación de amor/odio con los grafittis. Por un lado, los que aman este tipo de expresión y los catalogan como manifestaciones artísticas, arte callejero. Por el otro, su alcalde Rob Ford que planea dejar a Toronto “tan limpia como un nuevo billete de cinco dólares” (*) y representa a quienes ven a los graffitis como contaminación visual, vandalismo.
Por eso, cuando este agosto visité a unos amigos en Toronto y pregunté por los graffitis, me comentaron que muchos habían sido borrados, pero que había sectores que aún los conservaban. Así que fui con mi cámara tras ellos.
Encontré estas imágenes en una ciudad que según la calle que tomes te sentís en Wall Street por sus rascacielos, en Boston por sus construcciones prolijas y victorianas, y en Williamsburg (Brooklyn) por sus grafittis.