Me gusta el trópico, la vegetación amiga de lo húmedo, el calor y el aire de mar que llega desde el Malecón. Por eso, prefiero un coco taxi a los modernos Peugeot con aire acondicionado de la cadena OK. Ni siquiera lo cambio por los Mercedez negros que se estacionan en la puerta de los cinco estrellas.
El coco taxi es una de las maneras que usan los turistas para viajar de un lugar a otro de La Habana. Están en circulación desde 1998, pueden llevar sólo dos pasajeros y tienen un “carapacho” o caparazón, que en realidad es medio caparazón amarillo, y se supone que se asemeja a un coco. De ahí el nombre.
Hay una variante de los coco que se llama colonial y se parece bastante a los rickshaws de la India.
No cuesta más barato que un taxi común. Para llegar desde la zona residencial de Vedado, donde están la heladería Coppelia, el cine Yara y el fabuloso Hotel Nacional de los que ya les contaré, hasta La Habana Vieja pago 4 CUC o pesos convertibles cubanos, la moneda con la que debe manejarse el turista. En un próximo post hablaremos del cambio y la moneda en Cuba, pero 4 CUC son un poco más que 4 dólares.
El pariente pobre del coco se llama bici taxi, una bicicleta que también puede llevar dos pasajeros pero no usa motor, es tracción a sangre. En la foto, viene un poco más atrás y en general, siempre viene más atrás. Hace unos años años se pusieron de moda en el Soho de Londres, solo que uno tanto más caros. En La Habana la usan mayormente los cubanos, pero no exclusivamente.
Además de los coco y los taxis están las «guaguas» (ómnibus) y los caminones (ómnibus con motor y frente de camión) que usan los cubanos. El problema que es suelen estar muy llenos. Se necesitarían varios puñados de japoneses empujadores para lograr que entren todos los que hacen fila en la “piquera” o parada.
Lo último: para ir al barrio Miramar conviene tomar un taxi común porque los coco no pueden transitar por la Quinta Avenida, la más linda, donde están las embajadas y las monumentales mansiones anteriores a la Revolución. Puede pasarles que se vuelvan fanáticos del coco taxi. En ese caso, a bajarse antes y caminar. Mejor, claro, si es al atardecer.
¿Viajaste alguna vez en coco taxi?
YO SI!!!!!!!!!
Fue hace un tiempo, y manejaba una chica que en mitad del viaje me pasó una bebida para que se la abriera. Los coco son las mejor manera de conocer la Habana, pero no la mas barata.
Saludos, y felicitaciones por la serie
No, pero viajé en bicitaxi. No es fácil lograrlo, porque están prohibidos para turistas.
Pero si uno tiene amigos cubanos, ellos lo toman y en general uno puede subirse con ellos sin problemas. Además, algunos vienen equipados con una batería y parlantes atrás con lo que el viaje se hace al ritmo del son.
Si no fuera por eso y porque los que lo manejan son cubanísimos, se podría pensar que uno está en la China. Más si uno toma el taxi en el barrio chino de La Habana, en el que abundan los «mulatos chinos». Es decir, de la mezcla de negros con chinos, como el pintor Wilfredo Lam. Como fanático de Cuba, me encanta leer la serie. Felicitaciones.