El jaguar era un símbolo de poder para los mayas. Hace poco estuve en la ciudad maya de Copán, en Honduras y vi este jaguar danzante. El animal está parado en dos patas, en actitud de baile. Una mano en la cintura, la otra extendida y la cola larga.
Los habitantes de Copán miraban esa imagen para despedir al sol, que después de cada atardecer se iba de viaje por el inframundo y luchaba con las fuerzas de la oscuridad y el mal. Cada mañana, cuando volvía, era una fiesta porque regresaba la luz y la vida. La dualidad del mundo maya. Los principios contrarios que habitan en cada uno. Las fuerzas complementarias.