Siempre sospeché del desierto. No le creía tanta quietud. Y ahí lo ven, el desierto de Atacama, en el norte de Chile, el más árido del mundo convertido en un jardín de nolanas, añañucas, malvillas, cebollines azules y garras de león.
El desierto florido ocurre sólo si ese año fue llovedor, eso quiere decir si llovió cuatro o cinco veces en todo el año, hablamos de 30 o 40 mm que acá valen oro. O bueno, valen flor. Las mineras, las que sacan oro, cobre y otros minerales contaminan a lo grande, se llevan el agua en sus procesos. Eso también ocurre en el desierto.
Como el vino, el desierto también tiene buenas añadas. Y el de 2011 es uno de los mejores en mucho tiempo. Todo indica que será recordado, como el del 97, que parece que fue de colección. La primavera del desierto.
Que linda foto. ¿se podra conseguir en 1024×765? para ponerlo como wallpaper!!
Qué belleza de foto! Dan ganas de ponerla grande en la puerta del cuarto para mirarla desde la cama, despertarse e imaginarse allí. ¡Dan ganas de celebrar la vida!