Con el libro Buenos Aires bizarro, que acaba de lanzar Aguilar y que escribió el periodista y escritor Daniel Riera, ya son cuatro las ciudades revisadas bajo una mirada distinta, rara, fuera de lo común, bizarra.
En el prólogo de su libro, Riera escribe: «Lo que más me preocupaba al comienzo de esta investigación -luego, cuando me dejé llevar por los lugares, las historias y los personajes, dejó de preocuparme- era establecer de qué hablaba cuando hablaba de «bizarro». Las connotaciones actuales de la palabra tienen bastante poco que ver con la definición de la Real Academia Española, según la cual «bizarro» quiere decir «valiente» en la primera acepción y «generoso, lúcido, espléndido» en la segunda. Solemos castellanizar el término bizarro, cuyo uso en inglés remite a «rarísimo/a, extraño/a, estrambótico/a». En este libro, lo bizarro es lo que está fuera de la norma. Lo que carga las tintas en relación con una medianía estándar.»
La guía tiene 270 páginas y está divida en varias secciones, que básicamente rescatan lugares, desde museos (el de Quique, dedicado a un barrabrava) y estatuas (la de Caperucita Roja, en Los Bosques de Palermo; la del Dedo Gordo, en el Paseo de la Recova, o la de Mostaza Merlo ¡con foto!) hasta apuntes criminales que siguen la ruta del Petiso Orejudo. En el capítulo Nocturno y sexy hay una historia de una gorda stripper que actúa con un enano stripper, otra sobre El Club de los Osos de Buenos Aires, que reúne a gays barbudos y peludos y morrudos y más. En Comer y Beber, hay un restaurante donde se come todo crudo, están los panqueques de Carlitos, cada uno con nombre y apellido, un restaurante para comer a ciegas y Angelín, el inventor de la pizza canchera. Lugares, experiencias y muchísimos datos porque todo, hasta lo más bizarro trae dirección, teléfono y página Web. Riera pone foco en lo bizarro y lo redescubre, para el habitante de la ciudad y para el turista. Las buenas fotos de Diego Sandstede ayudan a la imaginación.
La primera guía de turismo bizarro en América Latina apareció allá por 2003, también por Aguilar, y fue Santiago Bizarro, del periodista chileno Sergio Paz, que escribe con frecuencia en la Revista del Domingo, del diario El Mercurio. Cuentan los que lo conocen que se andaba por los pasillos del diario con una guía de teléfonos, siempre a la pesca de actividades o paseos bizarros. Dice Alberto Fuguet, quien escribió el prólogo: Uno veía a Paz y la pregunta lógica era: ¿Cómo va “Bizarro”?, a lo que él respondía “Puta, muy bizarro”.
Sergio Paz se inspiró en L. A. Bizarro, una guía de Anthony Lovett y Matt Maranian, que reunía sitios bizarros de Los Angeles. En la suya, Paz propone un recorrido diferente por la capital chilena, que incluye comer charqui de cóndor y dar una vuelta por bares, como El Quitapenas o Los Canallas, que nunca saldrían en una guía.
Cuenta, además, sobre mitos urbanos. Bizarros, claro. Como ese que reza que en el cerro Manquehue vive un viejo que es el único que sabría el secreto para llegar a una mina de plata. Pero en realidad, lo que verdaderamente conocería el viejo es un túnel que atraviesa la ciudad de punta a punta en apenas unos segundos.
Lima también tiene su antiguía de datos freaks del centro de la capital recopilados por el escritor y periodista Rafo León. En su recorrido entran huariques, calles viejas, edificios olvidados y decadentes -como la quinta Heeren o el Hotel Crillón- y noches de discotecas strip tease en la barra. El tipo busca otra orden de las cosas en la misma Lima de siempre.
Dijo Rafo León en una entrevista en el diario La República: «La cosa más interesante de este proyecto que lejos de caer en el cliché muerto del pasado virreinal lo que pretende es rescatar la mirada de lo que está incesantemente moviéndose en esta ciudad. Hay que aprender a zambullirse en ella.»
Y claro, además de lugares, en Lima y en todas las ciudades latinoamericanas hay personajes bizarros, freaks que las pueblan y les dan vida. El cronista Juan Manuel Robles retrata en Lima Freak, editado el año pasado por Planeta, ocho historias reales de freaks. Los personajes son por ejemplo, Genaro Delgado Parker, el magnate de la televisión peruana; Frieda Holler, una ex reina de belleza que enseña buenos modales; Rafael Osterling, un chef peruano con pinta de estrella de rock, y Laura Bozzo, animadora de los reality shows en América Latina que pasó su arresto domiciliario en un estudio de televisión. A través de sus perfiles y de otros excéntricos a tiempo completo, como él los llama, Robles cuenta otra Lima.
Bogotá, una ciudad de siete millones de habitantes, un museo del oro y un cerro visitado por miles de turistas, también tiene su lado B, una guía bizarra para perderse entre enanos mariachis -pequeño pero infalible, el enano le regala contenido a toda guía freak- falsas bandas de rock, como Los Rimembers, que sólo saben cantar bajo la ducha, piercings extremos, purgas colectivas y lugares donde rumbear con Elvis y Superman.
Andrés Sanín, Sebastián Chalela y Juan David Sánchez la repasaron de la A a la Z por los caminos no tomados, a ver con qué se encontraban.
Estas guías están hechas por héroes urbanos que caminan y preguntan y se meten mundos subterráneos o en la superficie pero desconocidos, y anotan datos insólitos durante años para escribir nuevos recorridos que seguramente alguna vez sean turísticos y creen un nuevo orden de las cosas.
«Me muero de ganas de leer algún día Montevideo bizarra, Caracas bizarra, Quito bizarra, La Paz bizarra o Asunción bizarra», afirmó Daniel Riera al periodista de Ansa que lo entrevistó para el lanzamiento. Por mi parte, me muero de ganas de leer DF bizarro.
Entretanto alguien se ocupe del tema, podes leer Los detectives Salvajes de Bolaño que hace una descripción bizarra del DF bizarro de los años 70. Despues contanos con cual de estos tres personajes te identificas mas:
Angelica Font, Maria Font o Cesarea Tinajero.
Muy buen post! Que bizarra es Amèrica Latina, creo que ya lo escribiò Garcìa Marquez hace 50 años, pero ahora con el auge editorial Bizarro el tema se ve màs claro.
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También existe Cusco Bizarro de la periodista Maria Luisa del Rio (desde marzo de 2008), una mirada alucinante de la ciudad donde se encuentra machupicchulandia sin hablar de la nueva maravilla precisamente.
Interesante tema, gracias por la información sigan publicando.
ME gusta este blog lo seguiré visitando.