Pariscope es una solución y un problema.
Una solución porque es la guía del ocio más completa de París. Ahí uno encuentra de todo para hacer en la ciudad. De día y de noche. Restaurantes, cines, ciclos de jazz, museos y mercados de pulgas. Todos los estrenos, las novedades de cada semana, quién viene a tocar o a dar una conferencia. Qué hacer, día por día, con direcciones, teléfono y precios… Ahí viene el problema.
Pariscope encubre un problema porque si bien la guía es muy barata, casi regalada, cualquier salida en París cuesta de diez euros para arriba… Eso sin contar la cena, que si es en un restaurante cuesta desde 30 euros. Superado el detalle, Pariscope es una herramienta utilísima.
Se consigue en kioscos de diarios y revistas. Aparece los miércoles y cuesta 0,40 euro.
Cómo se demuestra la inteligencia en la promoción de la ciudad: la guía tiene un precio ridículo para su real valor.
Probablemente, aquí -viveza criolla mediante- sería al revés: el costo de la guía sería muy elevado, nadie la compraría y nadie se enteraría de lo que hay para hacer o para ver. Y en definitva, su valor real sería nulo.