En esta época todos los colores brillan en la Patagonia: los lagos azules y verdes y celestes, los álamos plateados, las nieves eternas de algunas montañas y la madera barnizada de las casas.
Pero el color naranja del fruto del sorbus brilla como ninguno en las calles céntricas de la turística San Martín de los Andes.
El sorbus es un árbol de zonas frías, tan frías como la China lejana y los Himalayas. Llegó a Argentina con los inmigrantes del centro de europa por los inmigrantes que se adaptó muy bien a la Patagonia.
Es un árbol de uso ornamental y las veredas de la principal -San Martín, claro- está llena de sorbus verdes y frondosos con sus racimos anaranjados colgando. Parece que en Rusia las usan para hacer un vodka fuerte. «También allá destilan cualquier cosa…», eso me comentó un parroquiano venido de Buenos Aires después de intercambiar algunos comentarios sobre el sorbus.