Ok, no habrá Disney World en Argentina. Al menos por ahora. La versión que hizo soñar a muchos y enojarse a otros duró 24 horas. Que sería en San Pedro, que la empresa que estaba atrás era Walt Disney Mundo SA Inc, que un jamaiquino sospechoso de hacer desaparecer un Lamborghini Diábolo comandaba el proyecto y que se invertirían 1000 millones de dólares.
The Walt Disney Company Argentina salió corriendo a decir que no tiene nada que ver. Como muchas cosas en el país, tres días más tarde, el proyecto quedó hecho un rumor confuso que probablemente se lavará con el tiempo y la lluvia.
Todo este tema de Disney me recordó la última vez que viajé a Catartas, hace unos meses. La grandeza de las aguas estaba intacta, pero al parque lo vi cambiado. Los responsables aseguran que está mejorado, comentan con orugullo que es el parque que más visitas recibe de Argentina. Tan optimistas son que hacen convenios para lograr que lleguen todavía más. Más senderos, más guías con paraguas identificatorios, más grupos, más barcos que van y vuelven hasta el salto San Martín con fotógrafo profesional que esa tarde le alcanza la foto al hotel incluido, más camiones tipo exploradores que dan la misma vuelta en el mismo pedazo de selva, en el que cada día se ven menos animales.
La entrada ya aumentó. Ahora faltaría que el restaurante vendiera hamburguesas Mc. Tucán, un espectáculo con leones que jamás morderían y no mucho más para ser un parque temático de la selva.
¿Los parques nacionales se inspiran en los megaparques de entreteniminetos?
Ché, ese Ezequiel de la renoleta es un maestro. Ponme en contacto con él para que cuando venga a DF lo invité a cenar, se merece unos buenos tacos y algo extra para reconocerle semejante aventura. Buenísimo que vienen, te pediría una caja de alfajores pero con eso de que voy al día siguiente, no tiene caso. Suerte y buen viaje.
Otra bomba de humo para la gilada, no sea cosa que PIENSEN en vísperas de poner el voto en la urna….El jamaiquino debe ser amigo del venezolano de las valijas, todo eso huele parecido. Y también se parece a los cuentos chinos de hace dos o tres años. (20.000 millones de US$ en inversiones chinas….mi dios, cuánta pavada).
Los parques nacionales son muy anteriores a los megaparques de entretenimientos, por lo que no se han inspirado en ellos. Su transformación en parques temáticos forma parte del proceso de degradación de valores que se vive en épocas donde lo único que importa son los negocios y el dinero.