Lo del fondo es polvo que vuela arrastrado por un viento furioso. Y el windsurfer, uno de los fanáticos que cree que estos son los mejores días para navegar.
El Dique Cuesta del Viento está en Rodeo, en el oeste de San Juan. Se construyó en 1999 y se llenó con aguas de deshielo. Abajo quedó sepultado un pueblo. Enseguida se convirtió en un lugar de culto para el windsurf y, desde hace algún tiempo, también kitesurf.
Casi todas las tardes del año, entre las 14 y las 19, el viento sopla fuerte, muy. Si el día anterior hubo zonda lo más probable es que sea arrachado, con ráfagas de más de cien kilómetros por hora.
Ahí los windsurfers sacan sus trajes de neoprene, dejan lo que estén haciendo y se van a Puerto de Palos, Lamaral y Fincas del Lago, los tres paradores. Este viento loco se hizo famoso y ya hay gente de varias partes del país y del mundo que pasa varios meses por acá. O que se vino a vivir.
Durante los días que estuve en Rodeo conocí a varios de esos fanáticos. Como Patrick, el suizo de las cabañas Clandestino que navega con un garfio porque le falta una mano. Y Arturo, un hombre de 82 años con parkinson avanzado, que mientras está en Cuesta del Viento, todas las mañanas, se calza el traje de neoprene y sale en busca de la libertad.
Más historias sobre el dique y los pueblitos del oeste de San Juan, en este número de la Revista Lugares.
Excelente blog, quisiera agregar para tu próximo viaje visitar Puebla en México y mas si eres amante de los volcanes, o del ecoturismo extremo, Puebla tiene uno de los mayores volcanes vivos en México, el Popocateptl, conózcanlo no se van a decepcionar. Tiene la pirámide más grande (de basamento) en America y mucha cultura y tradición.