El Ghetto de Roma es uno de los más antiguos del mundo, un barrio pequeño, donde vivieron los judíos romanos por más de 300 años. Queda entre la Piazza Venecia y el Tíber. Se construyó después de una bula papal de Pablo IV, en 1555. Por primera vez, una muralla los separó del resto de la ciudad. Había varias puertas que se abrían durante el día y se cerraban por la noche. Los judíos solo tenían permitido ejercer determinadas profesiones, no podían ser propietarios de sus tierras, estaban obligados a usar algo amarillo que los identificara y le debían lealtad al papa. Durante muchos años, con la intención de convertirlos al catolicismo, se los obligó a escuchar la homilía de Pentecostés en el Pórtico de Octavia. Pero dicen que ellos usaban tapones en los oídos.
Via del Portico D’Ottavia, Via Santa Maria del Pianto, Via della Reginella la Piazza delle Cincue Scuole, que hacía referencia a cinco escuelas rabínicas del Ghetto, son lugares para caminar, calles angostas y silenciosas, distintas a otras partes de la ciudad. Quedaron pocas iglesias por esta zona, Santa Maria in Publicolis es una para visitar. Para quedarse un rato sentado en algún pórtico: la Piazza Mattei con su Fuente de las Tortugas.
Hay trattorias donde probar la cocina ebraica (imperdibles los carcioffi – alcauciles– alla giudia), verdulerías, panaderías, cafés y una carnicería kosher, la antigua mercería Botoni, alguna galería de arte, un local de ropa de diseño, una herboristería, camiserías de antes y hasta un templo Krishna.
En la actualidad viven pocos judíos en Roma, pero forman la comunidad más antigua de la ciudad. Camino al río, se ve la gran sinagoga construida a principios de 1900. Un poco más allá, el Teatro de Marcello, donde en épocas pasadas asistían más de 15.000 espectadores. Es anterior al Coliseo, lo hizo Julio César. En verano suele haber conciertos al aire libre. Una importante zona arqueológica rodea el teatro y no se paga entrada para recorrerla.
Trastevere está enfrente, como su nombre lo indica, atrás del Tevere (Tíber). Se puede cruza por el Puente Fabricio y atravesar la Isola Tiberina, una isla en el río Tíber.