En el caluroso verano de 1940, E.B. White escribió un ensayo íntimo y afectuoso sobre su ciudad, Nueva York. El libro, elegido por el New York Times como uno de los diez mejores que se hayan escrito sobre la ciudad en todos los tiempos, se llama «Aquí está Nueva York«.
Si bien incluye la paranoia ni el turismo masivo de esta época, las reflexiones de White, perceptivas, nostálgicas, divertidas, todavía están vigentes y basta empezar a leerlo para sentirse de paseo por las calles de Manhattan.
«Existen vagamente tres Nueva Yorks. Está, primero, la Nueva York del hombre o la mujer que ha nacido aquí, que toma la ciudad tal como es y acepta su tamaño y su trubulencia como natural e inevitable. Segundo, está la Nueva York de los commuters -la ciudad que cada día es devorada por langostas cada día y escupida cada noche. Tercero, está la Nueva York de la persona que nació en otro lado y vino a Nueva York en busca de algo. De estas tres ciudades vibrantes, la más grandiosa es la tercera -la ciudad del destino final, la ciudad que es una meta. Es esta tercera ciudad la que cuenta para la disposición temperamental de Nueva York, su conducta poética, su dedicación a las artes, y sus logros incomparables. Los commuters le dan a la ciudad su inquietud inagotable; los nativos le aportan solidez y continuidad; pero los colonos le dan pasión».
E. B. White, Here is New York, 1949
(Here is New York es también el nombre de una organización sin fines de lucro surgida después del 9/11, que exhibió y vendío imágenes del trágico atentado. Cualquier persona con fotos de ese día fue invitada a participar y las fotos se vendieron por 25 dólares en un negocio en el SoHo. La extensa galería de fotos se puede ver online.)
Hola de nuevo Carolina. Qué espléndido segmento descriptivo es este de Mr. White (a quien yo no hacía en el mundo), qué conmovedora, y atinada, manera de ubicar el corazón de la energía que baña a ese monstruo que es NYC. Me recordó al Baudrillard de «America» y al Auster de la trilogía de NY. Saludos.