No hay folleto ni blog ni sitio que lo supere: el boca en boca es inbatible. En muchos aspectos de la vida, claro, pero especialmente en los viajes, donde la oferta es descomunal y en épocas de crisis, el turista es visto como huésped pero también como una salvación.
Entonces, cuando uno prepara un viaje independiente, antes de entrar a TripAdvisor o alguna de esas páginas, llama, manda correos, recuerda quiénes viajaron hace poco y pregunta. Pueden ser amigos o amigos de amigos y que la red crezca, que habrá más oportunidades. Uno busca datos útiles, pero también de imágenes y anécdotas que forman la memoria de esas personas sobre un determinado lugar.
Por eso, antes de reservar, antes de pagar, antes de armar el viaje, es bueno es hacer algunos llamados y poner en juego un recurso desinteresado y genuino, el boca a boca. Ojo: hacerlo con tiempo porque la red demora en activarse.