Con el furor que despertó la elección de las nuevas maravillas naturales del mundo, la provincia de Córdoba eligió las propias y el Condorito, como le dicen al Parque Nacional Quebrada del Condorito, está entre las siete ganadoras.
Queda a 90 kilómetros de la capital provincial y a 2000 metros de altura, en medio de la Pampa de Achala. Parece que allí se puede ver flora y fauna de varias regiones del país, pero el habitante más famoso y el que le da su nombre es nada más y nada menos que el ave más grande del mundo: el cóndor andino.
Nada mejor que una cordobesa andariega para recomendar sobre ese parque nacional. María Eugenia Aliaga, además de cordobesa, es estudiante de Letras y fue una muy buena alumna de mi último curso de Periodismo Turístico. Le gusta escribir. Y también, caminar por naturaleza y especialmente por este parque del oeste cordobés. Ya fue varias veces y piensa seguir yendo. Unos días atrás volvió de su última excursión. Llegó con la memoria de fotos llena -las de este post son de ella y de sus compañeros de travesía- y con cinco imperdibles Premium que escribió para Viajes Libres y que se pueden leer a continuación.
El camino. Desde La Pampilla hasta el Balcón Norte, donde se ven los cóndores, el camino está perfectamente señalizado. Se divide en diez paradas y dos sendas: una para ciclismo y otra para trekking. Así, este santuario de paja, piedra y aparente uniformidad muestra sus matices.
En la parada 8 es mejor tomar la senda para bici, y a poco de andar voltear la cabeza para ver cómo el camino trepa, el viento mece las matas ocres y el sol las llena de brillo. Está permitido recordar escenas de El Principito. Con neblina (frecuente en primavera y verano), el lugar se vuelve misterioso. En ese momento, imaginarse un Rohirrim que cabalga por la Región de Rohan del Señor de los Anillos no es descabellado. Son unas tres horas de caminata (ida) hasta el Balcón Norte.
Balcón Norte. Ese tajo en la tierra de 800 metros de profundidad y 1500 metros de ancho arranca algunos “guauuu” en bocas abiertas de sorpresa. Atrás, queda la inabarcable pampa pajosa y amarilla hasta el horizonte. Adelante, un gran balcón. No se puede asegurar el avistaje de cóndores ni un horario exacto para observarlos, ya que sus hábitos no siempre son los mismos y dependen de las condiciones climáticas. Las veces que fui, los vi a las 17 hs. A esa hora parece que luego de un día -en el que pueden haber recorrido 50 km- de búsqueda de alimento, vuelven a sus apostaderos. Ojo: leer los carteles ayuda a no confundir águilas o jotes con cóndores, o cóndores machos, de hembras o de condoritos.
Una vez asomados, hay silencio, binoculares y mate. Nada más hace falta para entender por qué el cóndor era considerado un ave sagrada por los primeros habitantes del lugar.
Hacia la izquierda y hacia abajo hay otro balconcito. Se llega por un sendero que se abre entre un bosque de tabaquillos. Ese balcón es menos concurrido, y tiene una mejor perspectiva tanto de la pared de la quebrada como del río Condorito que corre abajo. Resta disfrutar de este encuentro, que se parece a uno de aficionados al aeromodelismo y soñar con que uno de estos enormes pájaros negros con glamorosa capa blanca anudada a su cuello planee tan cerca que tape el sol con su majestuosidad y vuelva todo oscuro.
El río Condorito. Después de bajar unos 500 metros por un sendero escarpado pero escalonado se llega al río Condorito. Requiere cierto esfuerzo físico, pero ir por esa ladera cubierta de tabaquillos de tronco rojizo, maitenes y helechos muy verdes lo vale. Seguramente, habrá o loicas de pecho rojo. El paisaje al llegar al río recuerda a los caprichos de Gaudí. Las piedras fueron pulidas por la erosión, y tienen formas extrañas. El agua ,purísima y helada, se escabulle en mil cascaditas que junto al ambiente húmedo, sombrío y encajonado suenan como un mantra liberador.
Balcón Sur. Después de cruzar el río Condorito por la pasarela, el sendero sigue y sube unos 800 metros por una ladera igual de escarpada y escalonada que llega hasta el Balcón Sur. La empresa es importante y sólo deberían aventurarse los que consideren que tienen aptitud física para hacerlo y que tengan planeado quedarse por lo menos una noche en el parque. Íbamos a ir pero las condiciones climáticas nos lo impidieron. Dicen que aquí los cóndores sobrevuelan demasiado cerca. Me imagino despeinada por un cóndor. Esta vez no pudo ser, pero voy a volver hasta cumplir ese sueño. Como suele pasar, lo que más cuesta es lo mejor.
La noche. El cielo en el área de acampe Pampa Pajosa parece un paño negro de joyería que a medida que se va abriendo muestra millones y millones de chispitas, como diamantes recién pulidos. La luna parece más grande de lo normal. Las constelaciones comunes se esconden para que descubramos otras. Y salen los búhos, y los zorros colorados se acercan al campamento. La noche en el Condorito es negra. Y muy pero muy larga.
DATOS ÚTILES
- El acceso oficial al parque todavía no existe. Por ahora se entra por una tranquera sobre la RP 34, en el Paraje La Pamplilla. Ojo, porque no hay cartel que indique el ingreso. Desde la administración de Parques Nacionales se recomienda dejar los vehículos en uno de los siguientes lugares: Subiendo por el camino de Altas Cumbres en dirección Córdoba a Mina Clavero, encontrará:
*Un edificio a mano derecha la Organización No Gubernamental Fundación Cóndor, Bar Comedor (a 9 Km. del Paraje “La Pampilla” )
*Quincho de venta de artesanías “Parador La Pampilla” a mano izquierda con pequeña área de estacionamiento (a 2 km. del Paraje “La Pampilla”), T. 03541-15624358/15618240.
*El Parador “El Cóndor” (a 7 Km. pasando el Paraje “La Pampilla” ), T. 03541-427600. Estos tres lugares no cuentan con sector cubierto. - Los sitios más cercanos para hospedarse son: el Hotel La Posta del Qenti; T. 03544-472532 laposta@qenti.com y el Hotel Estancia La Granadilla en San Clemente T. 03547-488801 / 0351-4231530 info@lagranadilla.com.ar
También en las Localidades cercanas como Icho Cruz, Villa Carlos Paz y Mina Clavero. Informes: Secretaria Turismo Villa Carlos Paz, T. 0810-888-2729, turismo@villacarlospaz.gov.ar Secretaría Turismo Mina Clavero, T. 03544-470171, informes@minaclavero.gov.ar - Este parque no cobra ingreso. No hay restaurantes ni agua potable. Las áreas de acampe son libres.
Flaca: aunque no pude acompañarte en esta aventura, tu relato me llevo hacia el lugar sin conocerlo. Espero que pronto publiques una nueva experiencia. Te quiero mucho!!! RoMi
Querida Maru:
¡¡¡BRAVO, BRAVO, BRAVÍSIMO, BRAVO, POR VOS!!!. Por aventurarte en vos misma más allá del viaje literal de la quebrada, por encontrar una hermosa síntesis en la que confluyan no ya el tiempo perdido,sino los caminos explorados con las riquezas posibles, me alegro con vos, por vos, y me emocioné al leer tu nota. Auguro un promisorio camino: adelante!!!. Beso y abrazo. Te quiero.
ESPECTACULAR!!!!
TODO ESPECTACULAR
LA DESCRIPCION DEL LUGAR,EMOCIONANTE.-
LA NARRACION, ME ENCANTÓ.
SI BIEN NO CONOZCO EL LUGAR, TU RELATO Y LA IMAGINACION ME MUESTRAN LO MAJESTUOSO DEL LUGAR.-
TE FELICITO POR TODO, LA INICIATIVA, LA FORMA QUE ENCONTRASTE EN UNIR TUS GUSTOS.-
DE NUEVO UN GRAN FELICITADO!!!
LA NEGRA.
Sin palabras!!!!
A miles de miles de kilómetros, me trajiste mil imágenes y recuerdos increibles con tu relato. Gracias por las emociones y espero la próxima nota, tocaya!!!!
FELICITACIONES!!!
Eugita Nardi (desde Miami)
Flaquita me gusto mucho tu relato, aunque no conozca el lugar lo describiste muy bien. Te quiero mucho y muchisima suerte!!
Espectacular el lugar y buenísimo el relato del viaje, me dan muchas ganas de ir para allá en las próximas vacaciones (no conozco el lugar!..) Muy buena info la entregada en la última parte.
Un beso,