Como dos camarillas opuestas e irreconciliables, están quienes eligen pasillo y los que no cambian la ventana por ningún asiento. Algunos creen que la elección tiene que ver con las edades de la vida: cuanto más juventud e ímpetu, más ganas de mirar el mundo. Cuanto más madurez, más ansia de movilidad, de seguridad. Otros lo relacionan con una manía, como el lado de la cama.
La ventanilla permite vistas únicas de ciudades, cordilleras, penínsulas, cabos, selvas, islas a mediodía. Pero la buena vista dura poco. Cuando el avión gana altura, quedan densos colchones de nubes, tal vez algún atardecer, con el ala en primer plano. Una viajera me dijo hace poco que el paisaje exterior amplía su espacio. Cuando se cansa de mirar por la ventana, la usa de apoyo para dormir. Está en su propio viaje. Hasta se olvida de que tiene compañeros de viaje.
El que viaja en el pasillo es un poco como el dueño de casa: deja pasar, ayuda a repartir bandejas, se levanta a estirar los pies, no pide permiso. Un viajero me dijo hace poco que prefiere el pasillo porque le gusta la libertad. Y lo peor para el hombre es que le saquen la libertad.
Cuál es tu elección, ¿pasillo o ventana?
Ventanilla.
Estar ubicada del lado del horizonte y poder estirar la mirada es prioritario.
Si necesito ir al baño o darme una vuelta por el avión aprovecho la movida general…
Me fascina mirar el cielo, también en plena altura, de día con las nubes allí abajo, tridimensionales, o de noche, una oscuridad negra con las estrellas más cerca que nunca, o en medio de un tormenta llena de rayos…
Y entonces pienso, recuerdo, imagino, suspiro, leo, como, escribo o duermo, pero siempre sabiendo que con un sólo pestañeo mis ojos atraviesan la ventana y se escapan lejos, lejísimos en la altura…
Y cuando despega o aterriza el avión… pego mi nariz al plástico de la ventana, fascinada con lo irreal que parece todo desde otra perspectiva… el mundo transcurriendo como una maqueta animada allá abajo…
Ventanilla, por favor!!
Cuando puedo elijo pasillo porque 1) me gusta levantarme muchas veces en un viaje, no sólo al baño, también a buscar jugo o agua a la media noche 2) es más fácil conocer gente y me divierte charlar en los aviones 3)odio pedir permiso
Buena pregunta. Yo elijo ventana si el viaje es corto (2 horas o menos) o si lo que se ve por la ventanilla vale mucho la pena (acceso a Cataratas del Iguazú por ejemplo). Pero si el viaje dura más tiempo, prefiero el pasillo para levantarme cuando quiera sin molestar. Igual, yo utilizo los viajes para ponerme al día con la lectura y me concentro en eso. Marta de México, no te sientes al lado mío, podrías sacar conclusiones erróneas sobre la simpatía de los argentinos…
Yo prefiero el asiento de enmedio. Así puedo tener un poco de ambos mundos, aunque también me llevo la peor parte: los codos y ronquidos de los vecinos.
Mándame las preguntas.
AbrazoT
Elijo pasillo sin duda:
Para ser el primero en escapar.
Para elegir el vino con más comodidad.
Para ir y venir, buscar amigos entre los pasajeros y que el viaje se me haga corto.
Para observar con comodidad el tránsito de las azafatas (bueno, cuando vale la pena, de otra manera cierro los ojos).
Los aviones debieran tener sólo asientos que den al pasillo.
Abrazo grande y suerte!!
Ed
Ventanilla
El paisaje a un costado, o abajo, sin sonido, como una película muda.
Si en los auriculares hay música, más lindo aún.
Opino como Claudio, no es antipatía, sólo meditación, jajaja.
soy habitué de los buses y siempre pasillo !! me siento acorralada y hasta me da claustrofobia estar contra la ventana…además tomo mucho mate y tendría q pedir permiso cada ratito..jaja
Pasillo y al medio !!es la mejor altenativa !
Pasillo Full. El pasillo es sinónimo de libertad, libertad para desplazarte sin molestar a nadie. Claro que la libertad tiene un precio, en este caso se paga colaborando con quien esta a la ventanilla. Estoy dispuesto a pagar mucho más por sentirme libre.
LO PEOR DE TODO: AL MEDIO DE CINCO ASIENTOS.